viernes, 8 de enero de 2010


“Viene uno que es más poderoso que yo”, dijo Juan Bautista; “Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”.

“Y del cielo llegó una voz:

“Tú eres mi Hijo, el Amado, tú eres mi Elegido.””

(Lucas 3,22)


Pensemos en esta frase:


Este mundo está parado sobre la rama que está cortando y los mundanos aplauden (parados del mismo lado…)

Que Santa María, Madre del Amado, nos ayude a permanecer despiertos, atentos y obedientes a la Palabra del Señor, siempre aferrados al único Árbol de la Vida: la Cruz de Cristo, el Amado.



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